martes, 10 de mayo de 2011

EXPEDIENTE PICASSO. 2ª PARTE.

En la primera parte de éste episodio de nuestra historia, dejamos en el aire una España en alerta roja. Las calles se llenaban de manifestantes que intentaban hacer llegar con su comportamiento extremadamente violento y vehemente, sus protestas por un cambio de gobierno. El Expediente Picasso, se encargó de enseñar que clase de gobierno teníamos, los sindicatos sospechaban su contenido y supieron como avivar la llama rebelde de quienes pedían con gritos desesperados soluciones a los miles de problemas que azotaban nuestra debilitada nación. El sistema “democrático” turnista conservador-liberal, se manifestaba demasiado inestable por los continuos atentados anarquistas y la incapacidad de asumir las taras que desangraban al Reino. La humillación sufrida en Marruecos y ante todo, la negligencia política y militar que la produjo, se encargó de desprestigiar de forma extrema al régimen parlamentario y supuso la caída de la piedra angular que sostenía al Estado. Maura, Canalejas y todos los demás que trataron de liderar éste gobierno decadente e introducir medidas reformistas, fueron asesinados junto con muchos de sus ministros a manos, principalmente, de terroristas de ideología anarquista. Ante éste caos, político, económico y social, parecía que solo había un hombre que podría solucionar todos los males que asolaban España. Venía de una prestigiosa familia de militares jerezanos y contaba con el apoyo de la Iglesia, las patronales, los sectores más conservadores y lo más importante, del rey. Intentaron clasificarlo en una ideología, pero nadie pudo. Llevaba bigote y traje militar oscuro blasonado con múltiples condecoraciones militares. Durante años, formó parte del gabinete más interno e influyente del ámbito militar y ahora, desde su Capitanía General de Cataluña, se disponía a lanzar un exitoso golpe de estado que cambiaría el rumbo de nuestra historia. Su nombre es Miguel, aunque su apellido es más conocido: Primo de Rivera. Efectivamente, fue el hombre que unificaría a España tras una misma espada, aunque esto costara numerosas vidas y años de represión. No será en éste artículo dónde analizaremos el Directorio Militar que lideró éste personaje de nuestra historia, prefiero acabar con ésta crónica durante un tiempo la España dramática y que nos estremece de alguna manera, para dedicar algunas a tratar su lado más curioso, cómico o glorioso.

-J.Tejada Mtez.

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